Heredia, al norte de San José, es la provincia con menor extensión territorial de Costa Rica. Entre sus actividades económicas se halla el cultivo de flores; por esto y por la belleza de sus mujeres, se le conoce como “la ciudad de las flores”; y a los heredianos como los “florenses”.
Otro de los cultivos de Heredia es el café, de manera que un paisaje muy común en algunos pueblos heredianos, es el de extensos sembradíos de este fruto, el cual ha sido de enorme importancia en la historia y desarrollo de Costa Rica. Algunas de las fincas ofrecen visitas guidas para que os turistas conozcan más sobre el café y el proceso que lo lleva de los campos a la mesa.
Heredia también se caracteriza por atractivos pueblitos de montaña, que pos su clima frío y naturaleza, resultan ideales para el turismo, especialmente el nacional. Uno de ellos es San José de la Montaña, en el cantón de Barva.
Siempre en Barva está el pueblo de su mismo nombre, que es Monumento Histórico Nacional por ser uno de los pocos pueblos coloniales que aún subsisten en Costa Rica, y sin duda uno de los mejor preservados. Finalmente, en este cantón está uno de los dos sectores en que se divide el magnifico Parque Nacional Braulio Carrillo: el del Volcán Barva. En éste, los turistas pueden visitar la laguna que yace donde estuviera el cráter del extinto volcán, y disfrutar de bosque de tipo nuboso, característico de zonas altas.
En el cantón de Santo Domingo, a unos 20 minutos de San José, se ubica el Inbio Parque, que con muestras de los diferentes tipos de bosque presentes en el territorio nacional, mariposario e información sobre la flora y fauna del país, entre otros atractivos, es una excelente introducción a la naturaleza de Costa Rica. Aquí también hay atracciones para los más pequeños, de manera que resulta un sitio en el que toda la familia puede aprender y divertirse.
En cuanto a la ciudad de Heredia, esta es una de las principales del país. De ella hay que destacar su Fortín, un antiguo refugio militar que data de 1885 y que en la actualidad ostenta el reconocimiento de ser Monumento Nacional.
El cantón de Sarapiquí, es una cálida y húmeda llanura enmarcada por el Parque Nacional Braulio Carillo. De hecho, por aquí se accede al segundo sector del parque, Quebrada González, de bosque tropical muy húmedo, y aquí se encuentra Tirimbina y la Estación Biológica La Selva, ambas excelentes para observadores de aves. Precisamente por estar sumido en el ecoturismo. El que desea practicar además turismo de aventura, se hallará en uno de los mejores lugares del país para este tipo de actividad.
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