Feísimo y la Mariposa Más Linda

Un día, en un pueblito de la costa caribe de Costa Rica, vivía una mariposa macho que se llamaba Feísimo. Él se llamaba Feísimo por una razón muy obvia: era la mariposa más fea de su pueblo. Tenía alas de color del lodo y antenas encorvadas porque un día él había chocado contra una pared. Él era muy pequeño para ser un macho, y medía menos que otras mariposas. Él no llamaba la atención de nadie, mucho menos de ninguna mariposa hembra. Los seres humanos no veían ni admiraban a Feísimo cuando pasaba cerca de ellos. Feísimo se sentía muy triste y sumamente solo. Él ya ha estado viviendo por un mes y sólo tenía un mes más en su corta vida como mariposa. Él tenía que buscar una esposa para borrar sus sentimientos de soledad y para hacer bebés. Pero, Feísimo era muy feo, y por eso, todavía era soltero. Él había tratado de conocer hembras en su pueblo, pero a nadie le gustaba Feísimo. Una mañana, él estaba descansando sobre una hoja cuando, de repente, empezó a llover. -Debo volar a mi casa- pensó él -porque yo supongo que la lluvia caerá más duro. Él comenzó el vuelo de regreso a su casa y siguió su rumbo usual, pero la lluvia se puso a caer con más fuerza. Entonces Feísimo dejó de volar por su rumbo usual y se echó a volar por el mar. En la costa había un puerto en donde Feísimo vio un barco con un grupo de cuatro marineros. Ellos andaban corriendo y gritando muy agitadamente. Feísimo quería saber qué estaban haciendo los marineros. Él se acercó a los marineros pero no pudo creer lo que había visto. Feísimo vio una mariposa hembra de colores brillantes: rosa, morado y dorado, con un diseño de dos corazones en cada una de sus alas. Ella era la mariposa más bella que Feísimo había visto en su vida. Sin embargo, ella estaba en peligro. Los marineros andaban tratando de prenderla. -¡Qué mariposa más linda!- dijo un marinero. -¡Yo quiero atraparla para mi colección de mariposas! -¡No!- dijo el otro marinero -¡Ella es mía! ¡Yo la vi primero! Los marineros estaban corriendo para atrapar a la pobre mariposa, y era obvio que la pobrecita estaba muy cansada y tenía mucho miedo. -¡Pobrecita mariposa Más Linda!- pensó Feísimo -¿Cómo puedo ayudarle? Soy solamente una mariposa fea; soy débil y no puedo pelear con los marineros. De repente, él vio un grupo de pájaros volando y tuvo una idea. Feísimo voló por los pájaros y les dijo que los marineros estaban molestando a la mariposa Más Linda. Él les pidió su ayuda. -Hay un montón de pescado fresco en el barco de los marineros.- dijo Feísimo. -¡Róbenlos! Eso distraerá a los marineros mientras yo salvo a la mariposa. ¡Podemos salvar a la mariposa y ustedes pueden comer! Su plan fue exitoso. Los pájaros tenían mucha hambre y le ayudaron con mucho gusto. Cuando los marineros vieron a los pájaros robando su pescado, dejaron de perseguir a la mariposa, y Feísimo fue a salvar a la mariposa. La mariposa estaba muy agradecida con Feísimo e, inmediatamente, lo vio como si él fuera la mariposa más guapa del mundo. -¡Gracias por salvar mi vida!- expresó la mariposa Más Linda. -Yo le debo mi vida. Y ella le dio a Feísimo un gran beso. Ellos se enamoraron en un instante y se aparearon esa noche con un amor profundo e intenso. El destino de Feísimo estaba completo; y Feísimo y la mariposa Más Linda vivieron felices por el resto de sus vidas.

Por Lisa Ho

Estudiante Intermedio II